sábado, 15 de junio de 2019

QUE QUIERES LEÑE



Si amigos ha vuelto a suceder. Me he comprado algo de ropa y me he arriesgado a volver al lugar del crimen. La Super empresa de paquetería que trabajan menos que un yogur caducado

-¿A qué fuiste mujer ?
 -A recoger mis pantalones piratas molones para este verano.
-Que valiente y arriesgada eres.
-Lo sé

En el capítulo anterior conocimos al señor del casco que no se lo quita ni para  respirar.
Pero esta vez no estaba allí… que pena con la ilusión que me hacia volver a ver ese casco impoluto y tan hermoso. Con ese brillo negro… Me enamoré del hombre del casco, ¿ Ahora donde está? ¡vuelve hombre del casco…..vuelve!

Era viernes uno de esos días que no sabes si hace calor o fresquete porque el tiempo va cambiando según le apetece.

Yo, lista y preparada para la gran aventura del día.  Que ilusión. Que feliz soy caminando por mi ciudad rumbo a por mis compras roperas.

De repente un descuido. ¡El DNI, porras tengo que volver a buscarlo que si no me quedo sin paquete!

Dar media vuelta y volver a ver las misma personas que te habías cruzada a penas unos segundos antes.  Pero lo logré y pude volver a retomar el camino.

Llegó el momento de traspasar la puerta de entrada y de nuevo iba a tener contacto con esta gente tan estupenda y tan simpática.

Pues entré y nadie me hacía caso. Esperando en el mostrador mientras pasaba uno de los minutos más largos de mi vida.  De repente un muchacho que estaba sentado de una manera apachurrada y tranquilón me suelta “ ¿Oye que quieres?

Ante esa frase tan inesperada por unos instantes mis neuronas comenzaron a ponerse en forma.  Pues no sé … estoy en una empresa de paquetería lo mas normal sería que he entrado para recoger un paquete no un arroz con habichuelas o algo parecido o mejor una pizza  4 estaciones que me apetece más, pero sabes que …. Atiéndeme de una vez leñe que para eso he entrado.

Una voz sonó de repente preguntando mi nombre… Si habré ligado y no me dado ni cuenta.  Que si hombre que te doy mi nombre. No me pides ni el DNI pero te interesa más como me llamo.

Cuando el lumbreras no encontraba el paquete se le ocurrió la genial idea de preguntarme que si tenía un número de referencia.  Pues claro guapetón te lo enseño y tal. Mejor me lo cantas que queda más profesional. Nada que tuve que decir en alto en plan lotería y comencé a cantar los número sin desafinar.

Eureka mi paquete encontrado. Menos mal. Firmando en esos chismes con mi pulgar pero quedando fatal. ¿A alguien le queda bien hacer la firma con un dedo? La mía parece un Picasso de lo surrealista que me queda cada trazo.

Historia corta pero que mejor no olvidar. Tomárselo con humor cuando en realidad da que pensar.  Seguro que habrá mas que contar.

Escrito por Sandra Barrachina 

Capítulo anterior

QUE ALGUIEN SE LEVANTE ,LEÑE 


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