Corría el año 1995 y se estrenaba la película Toy Story. Era un hito porqué era la primera que se hacía con la técnica de animación por ordenador.
Por entonces Disney solo se encargaba de distribuir las
películas de Pixar ,no fue hasta el 2006 que la productora del ratón Mickey la
compró y cambio todo para siempre.
La primera entrega era la historia de unos juguetes que
cobraban vida. Vivían con la única intención de servir a su niño. De que fuera
feliz aunque sabiendo que en el futuro acabarían en un armario olvidados.
Lo que queda claro cuando has visto la cuarta y última
entrega es que el personaje que importa es Woody. Todo se centra en lo que
siente el juguete. Todos los
cambios que van llegando en compañía del resto de juguetes.
Toy Story 1 sigue siendo una delicia de película. Quizá es la parte que más se centra en
la infancia. Andy, el niño que es feliz jugando y teniendo una gran imaginación
creando historias con sus juguetes como protagonista.
El cambio que desencadena el enfado de Woody es la compra de
un nuevo juguete mucho más moderno. Da a entender que estaban de moda los espaciales
y Buzz es el juguete perfecto. Su
frase“ Hasta el infinito y más allá” mientras despliega sus alas con la intención
de volar o caer con gracia, como bien le dice Woody.
Pese a que en un principio Woody se siente apartado acaba
aceptando a su nuevo compañero de cuarto.
Porque la vida es así hay que aceptar los cambios tal como
vienen, y en este caso no se puede quejar porque ha hecho a un buen amigo. Andy
tiene especial cariño a estos dos juguetes, ¿pero quien no?. Todos hemos tenido
juguetes favoritos de aquellos que nos recuerdan nuestra niñez. Muchas veces
los adultos nos encargamos de quitarles los juguetes porque piensan que es hora
de madurar y de dejar nuestra parte de niño a un lado. Yo tengo un par de peluches que me recuerdan a alguien
querido y no dudo en achucharlos cuando me siente algo triste. Me hacen sentir
mejor. Esa parte de niño que no
queremos dejar escapar y que aparece cuando más lo necesitamos.
En cada nueva entrega vamos evolucionando. Yo tenía unos 16
años y cada nueva aventura se va convirtiendo en más adulta igual que yo.
Pixar es un as en aprovechar la inteligencia emocional al
máximo. Nos hace estremecernos como nadie. Woddy es un personaje que podríamos ser nosotros mismos.
Enseguida le cogemos cariño. Nunca piensa en si mismo. No es egoísta. Solo
piensa en el bien de Andy o Molly. El suyo propio no le da la importancia que
debería tener. Buen amigo y compañero que tiene el rol de dirigir a todo los juguetes. Es la autoridad por
decirlo de alguna manera y aunque a veces se equivoca nos enseña que debemos
aprender de nuestros errores, y lo más importante convertirse en el mejor
juguete para su niño/a.
Pixar nos enseña lo que nos podemos encontrar en el día a
día. Como explicar según que situaciones a un niño no es tarea fácil. Encontrar
una película de animación donde nos ayuda en esos menesteres es de agradecer.
Para ser sincera no me esperaba que me gustara tanto, sobretodo
al cierre tan acertado en Toy Story 3 no lo predecía.
Yo creo que el secreto es que han dotado a unos cuantas
juguetes un alma humana que no te deja indiferente. Es tierna pero al mismo
tiempo cruel. La realidad no es muy distinta como se plasma en el film. La
amistad y la lealtad está en todas partes y nos sentiremos identificados cuando
alguna vez sin quererlo hemos perdido a alguien a quien queremos.
Los amigos de la infancia son como nuestros juguetes
perdidos que decidieron cambiar el rumbo de sus vidas. Es lo primero que
perdemos a aquel amigo que compartíamos nuestra merienda y que de pronto no va
a ir a tu mismo instituto o universidad. Se hace adulto y tu circulo de
amistades cambia. No tiene que ser algo malo. Simplemente la vida te esta diciendo
que debes ampliar tus horizontes y hacer nuevas amistades. Guardarás un buen
recuerdo de esos años pero continuaras con tu vida.
De alguna manera las películas hablan de la soledad y del
miedo al no querer estar solos.
Eso es lo que hace Woody aceptar que todo a cambiado y que
debe tomar una gran decisión, seguir con su antigua vida o hacer el gran cambio.
En una palabra, no hacer lo que los demás esperan de ti sino lo que quieras
hacer y te haga feliz.
Recomendable sobretodo si has sido de las que no te has
perdido ninguna entrega.
No puedo olvidarme de la evolución que ha tenido en el
apartado de la animación.
Visualmente esta última es impresionante. Hasta la muñeca
Boo brilla como si fuera de porcelana de verdad. La fotografía y la luz de lo
mejor de la película. Un verdadero regalo para los ojos para esta entrada de
verano. La animación cada vez más realista. Los guiños a otras películas o
cortos de la compañía siguen presentes, si tengo que comentar uno será la
aparición de Tin Toy con su tambor y platillos. Los demás búsquenlos que hay a
montones. Disfrútenla.
Puntuación
0 comentarios:
Publicar un comentario