Relatos,críticas y muchas sonrisas. Un trocito de vida.

viernes, 15 de febrero de 2019

NO PIERDAS LA SONRISA






Ser niño en este mundo no es nada fácil. Me he dado cuenta en apenas 15 días.
Todo comenzó cuando me ofrecieron de cuidar a una niña de 9 años. Hacer de canguro en una palabra. Ir a buscarla al colegio, en darle de comer y devolverla a sus padres a media tarde.

Hasta ahí todo sencillo, comida y algo de ayuda en los deberes. Pero lo que no me iba a imaginar que desde tan pequeña pudiera sorprenderme tanto.

Los adultos hemos sido infantes y sabemos que el colegio no nos gustaba demasiado.
Lo compensaban las tardes que pasábamos en el parque jugando con los compañeros a todo lo que se nos ocurría, y hacer alguna trastada.

Los padres de hoy se les olvida que son niños y les exigen tanto que los dejan agotados, mentalmente no asimilan la información porque les exprimen con horas de estudio sin descanso alguno.  No juegan y lo peor, el niño se siente confuso con la autoestima  por los suelos. Quieren atención, pero también algo de cariño. Luego los padres cuando ven que sus hijos no les rinden, es que tienen un problema. Acuden sin pensarlo al psicólogo de turno cuando en realidad deberían ir ellos.

Que queréis que os diga. Que una niña tenga una tarea donde tiene que explicar un momento feliz con sus padres y no recuerda ninguno, da que pensar. Y más aún que le encanta dibujar lo que siente. Que no tiene comunicación ninguna y miedo a expresar lo que siente también.

Por lo menos estos días que me ha acompañado ha sido feliz. Se ha encontrado a una persona que la ha escuchado que le ha ayudada en las tareas. Haciendo los deberes de una manera didáctica si hacía falta. Sacaba mi pizarra vileda y los rotuladores, comenzaba la diversión. Aprendía y se divertida. Estaba por ella. La escuchaba. Ni televisión ni interrupciones. Mi móvil lo dejaba en un cajón. La he tratado como lo que es, una niña. Momentos de estudio y otros de relajación. La dejaba ser ella misma.
Que sea libre de ser lo que quiera ser. En cuanto venían a recogerla sus ojos se apagaban y resignada volvía a su casa.

Los padres exigen el máximo a sus hijos cuando ellos mismos no paran de defraudarlo. No tienen tiempo para ellos. Porqué sus jornadas laborables les ahogan y les deja agotados para poder prestar atención. Los niños no lo entienden solo saben que apenas ven a sus padres y cuando tienen tiempo libre es un regalo de pocas horas. No son culpables, la sociedad les marca esos horarios. Es duro para ambos. Niños y padres.

Considero excesivo son las clases extra escolares, que en la mayoría de los casos no lo eligen ni los niños. No solo de lunes a viernes sino en fin de semana también. Esta bien que las hagan, pero no tantas que el niño se ahoga. Tiene que jugar y relacionarse con gente de su edad, divertirse. Compartir tiempo con unos padres que durante la semana apenas ven.

Vida familiar para recargar energía.  Comunicarse. Crear seguridad y educar desde el principio a tu hijo con valores. Si le exprimes tanto lo único que conseguirás es un niño inseguro y que no tiene derecho a pensar por si mismo. Que expresar lo que piensan le aterra. Eso no esta bien. Convertir a un inocente personita en un robot que tiene que cumplir ordenes sin poder decir ni una palabra.

Puedes darle disciplina y educación. El machaque constante no le hará sacar mejores notas sino que lo único que conseguirá es un bloqueo mental y le quite las ganas de seguir aprendiendo.

Niña feliz y con valores en esos días he intentado cumplir con ese propósito.
Estudiando y ayudando en lo que he podido. Inculcarle en la lectura, que la tiene muy olvidada. Compartiendo con ella la lectura haciéndolo más divertido con unas cuantas voces de esas de las mías que le sacaban un sonrisa. Dibujar y pintar con ella volviendo a sacar mi lado de niña que creo que no he olvidado.. Que su estancia en estos días no la olvide y la recuerde en su memoria. Que no pierda la sonrisa.

Escrito por Sandra Barrachina



sábado, 9 de febrero de 2019

GRACIAS AMIGO BUEN VIAJE





Mi ordenador después de 15 años acompañándome ha dejado de funcionar.
Que grandes momentos hemos vivido juntos. Dejo uno de los sistemas operativos que más he disfrutado, Windows XP. Contigo no hubiera sido lo mismo. Te voy ha echar de menos compañero de cables. Contigo descubrí lo que es disfrutar de Internet.

Porqué he tenido la suerte de ver tu nacimiento Internet , y lo complicado que era poder acceder a ti.

Mi primer ordenador, que todavía guardo en mi memoria, no funcionaba con Cd’s como ahora que facilitaban la faena para instalar un programa. Los programas no pesaban gigas sino Megas. 
Te pasabas toda una tarde para instalar un programa de apenas 2 megas. Cogías hasta agujetas de tanto poner disquetes.

El ordenador te decía pon el disco 1 y luego el otro y el otro .Y cuando lo hacía en orden porqué cuando se volvía loco se convertía en un bingo, porqué no sabías que disquete te iba a pedir ni que orden. Y lo mejor de todo cuando creías que lo habías hecho bien le da por salir  ERROR y tenías que volver a comenzar.
 
La relación con el ordenador no era muy amistosa. Para conectarte a Internet tenías que rezar para que funcionara, y lo que tardaba en cargarse las páginas.
Te daba tiempo hasta de leerte un libro entero de aquellos tochos, que cuando terminabas de leer todavía seguía pensando si se conectaba o no. Sumado el ruido horripilante para acceder a la red.

No tenías que ir al gimnasio con la pataleta que cogías cada vez que encendías el ordenador quemabas todas la calorías.

Eran tiempos del Windows 95. ¡Que tiempos….! Pero llegó la hora de comprar un nuevo ordenador. Anímicamente no estaba muy bien por circunstancias de la vida y de alguna manera tenía que encontrar un motivo para encontrar una nueva ilusión y por entonces creía que hacer la comprar de un nuevo Pc lo lograría.

Como si fuera un nuevo comienzo. Una nueva vida que iba a despegar. 
Había trabajado y el dinero ahorrado lo hicieron posible.

El primer día que pude encenderlo mis ojos se iluminaron como pocas veces lo han hecho , y a partir de ese momento mi mente se activo con ganas de seguir mis sueños. 
Había tantas posibilidades a mi alcance que de la ilusión que llevaba encima no me dejaba dormir. Recuperé las ganas de comerme el mundo.

Internet había evolucionado y con el Windows XP volaba. Que rapidez. No tenías que ir a la Ciber-cafetería de turno para poder navegar en condiciones. Las páginas no eran como las de ahora repletas de fotos y más fotos pero por lo menos podías hacerlo en casa. Con los años llegaría el ADSL y las tarifas planas, lo que provocó que eso de acceder por unas horas al día  se había acabado, ahora podías estarte todo el día. Ni existían redes sociales ni washapp, y los móviles eran gigantes. Los mensajes y las conversaciones lo tenías por los programas de Chats. Ventanas de conversaciones que llegaban a ocuparte toda el monitor.

En estos quince años le he llevado unas cuantas veces a reparar. A veces por virus informáticos o de tanto uso quemar alguna placa o a saber que. Porque el olorcillo a ordenador chamuscado era inconfundible. El ventilador taponado con polvo dejaba de ir de un día para otro y acababa echando humo. Al final aprendes tus trucos y te olvidas de llevarlo a arreglar. Abres la carcasa y lo dejas impoluto de limpio. Cuando veías que te iba más lento de lo normal y comenzaba a salirte páginas raras pues formateabas y ya está. Tardabas eso si horas, pero valía la pena.  Era como un hijo con cables al que tenías que cuidar y mimar.

Desde hacía años que no pude actualizarlo a otros sistemas operativos y la llegada de otros ordenadores de Apple le di otro tipo de usos. Al no poder acceder ni al Windows 7 o 10, pero la verdad viéndolos ahora no me parecen sistemas mejores.
Acostumbrado al XP, siempre recordaré  con nostalgia y cariño todo lo que me  ofreció.

Todo evoluciona y hay que adaptarse a los cambios. Ahora uso Mac pero quien me enseño todo el mundo de Internet fue un Windows 95.98, XP Sistemas operativos que fueron unos valientes y que poco a poco se van olvidando, pero fueron los pioneros en todo.

En definitiva un ordenador se ha convertido en una herramienta imprescindible en nuestras vidas. Cada vez más pequeños y con forma de móvil. Una tecnología que bien usada se le puede sacar mucho jugo.

Mucho ordenador pero no hay nada más hermoso que ver  en persona la felicidad de un buen amigo por conseguir el trabajo que tanto tiempo a esperado.  Tienes ganas de abrazarlo y darle la enhorabuena. Si le mandas un mensaje no es lo mismo. Si esta triste deseas darle ánimos y  decirle que todo se solucionará. Un mensaje de texto es frió y no expresa lo que realmente sentimos, se queda en la mitad de algo.

Mi ordenador ha dejado mi hogar , pero los buenos momentos vividos siempre los tendré grabados en la retina de mi memoria. Gracias por lo ofrecido amigo, buen viaje.

Escrito por Sandra Barrachina