Me
encuentro en el vientre de mi madre. Un lugar seguro y plagado de ese amor que
no tiene fronteras.
Estoy a
punto de nacer y no sé qué mundo voy a
encontrarme. Lo peor de todo que en el primer año de mi vida no podré ni
comunicarme.
Mis
primeras palabras sonaran a un idioma desconocido que solamente yo podré
entenderlo.
Nadie
me obligará a cambiarlo hasta que un día decida aprender uno nuevo.
Seguro
que ese idioma me servirá para entender
un mundo que ahora mismo desconozco.
Porque lo
único que entiendo son los abrazos y los besos de mis padres.
Me
pregunto, ¿Es tan importante donde nacer?
Y si
naciera en un lugar llamada tierra. Es
muy grande y bello. Rodeado de hermosos mares y océanos. En este mundo no hay
fronteras, pero hay pequeños países con
múltiples culturas e idiomas. Algunos de los más hermosos porque suenan como
una composición musical, y otros que cuesta entenderlos porque cada palabra es
muy difícil de pronunciar.
Hay
muchas banderas pero solo una nos representa. Una gran bandera azul con una
paloma bien blanca que nos da esperanza. Que está prohibido no sonreír una vez
al día.
¿Ojala
que este niño pudiera nacer en un mundo así verdad? Lleno de Paz y donde todos
pudiéramos ser nosotros mismos. Que la cultura pudiera ser una herramienta de
progreso, y que los libros volvieran a recuperar el lugar que le pertenecen.
Es
triste pensar que el ser humano le encanta tropezar sobre la misma piedra, y lo
más preocupante que esa piedra cada vez es más grande.
Da
igual donde has nacido porque cada ser vivo de este planeta tiene las mismas
preguntas y miedos.
Todos
tenemos miedos a los cambios, y cuando aparece ante nuestros ojos alguien
diferente, en la mayoría de los casos, en lugar de darle la mano y aceptarlo
tal como es, no podemos evitar querer cambiarlo. Esta en nuestra naturaleza,
pero ese es el error.
Debemos
escuchar y enriquecer nuestras vidas con esas personas tan diferentes.Aceptarlas. Tener una mente abierta.
Que el miedo nos no bloquee.
Somos
ciudadanos de un lugar llamado mundo, tener una vida sin pisotear al de al
lado. Vive y deja vivir.
Es
importante poder expresarte pero también escuchar. Y una
palabra lo define. COMUNICACIÓN , con un
emisor y un receptor dispuestos a escuchar y hablar.
Sin
juzgar las palabras del otro. Si hay un problema juntos encontrar un camino para resolverlo.
Que ese
niño que ahora se encuentra en el vientre de su madre pueda nacer en ese mundo
que imagina. Le ayudamos a que se haga
realidad. Que no sea solo un sueño.
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