Relatos,críticas y muchas sonrisas. Un trocito de vida.

martes, 27 de marzo de 2018

QUE ALGUIEN SE LEVANTE, LEÑE !



Es curioso como a veces te sorprende el comportamiento humano. Más cuando sin darte cuenta, te conviertes en un espectador y peor aún, en víctima de la imbecilidad humana.

Un día cualquiera, me levanté de mi cama con ganas de tener el mejor día de mi vida. Eso lo pensamos todos cuando el día anterior ha sido uno de los peores, o has tenido una resaca de las buenas.  


En mi caso, estaba a punto de recibir un paquete de aquellos que te había hecho una ilusión enorme pedirlo por Internet.
Era maravilloso, perfecto, por fin esa preciosa taza diseñada por "Moi", la iba a tener entre mis manos.


Solo faltaba que recibiera el mail con la hora de recogida o mejor se pasaría alguien por mi casa a entregármelo.


Problema: que no estaría en casa para recibir al amable mensaje para dármelo.
Pero, cuando todo estaba perdido, ocurrió el milagro. Un nuevo mail indicándome que podía ir a recogerlo, que estaba disponible en la oficina, y encima un día antes de lo previsto.


¡Que gran alegría! Me entraron ganas de bailar como una loca, menos mal que estaba sola porque sino dirían, mira esa como salta que parece un mono.


Toda mi alegría se esfumó cuando me dijeron: “Perdona pero no está el paquete todavía. Pásate mañana que seguro que lo tienes”.


Esa es la versión normal, pero estamos en España. Así fue como pasó realmente. La primera visita a la empresa que se encargaba de entregarme el paquete, precisamente muy eficientes no fueron. Y creo que hasta las neuronas salieron corriendo a toda leche con tanta imbecilidad. Y además fui con un testigo, que puede testificar que todo lo que voy a publicar es cierto.


Llegado al punto clave en busca de la taza maravillosa.


Entrada al establecimiento y el ambiente era tan tranquilo que hasta las moscas habían decidido marcarse una siesta.


De repente, un hombre con cabeza y casco motorizado gritó algunas palabras. Debía ser un idioma ininteligible porque nadie hacia el menor caso.  


Tras ver que los habitantes de ese pequeño cubículo parecían zombis que se habían declarado en huelga perpetua, el mismo hombrecillo decidió dirigirse a mí tras volver a gritar un “Que alguien se levante leñe” y ver que pasaban de su cara y su casco.


Me preguntó que quería y le respondí que venía a recoger un paquete. Tras dar más vueltas que en un control de alcoholemia, me contestó que no lo tenían. Que me pasara mañana que sí que estaría.


¿Qué pasó al día siguiente? Pues más de lo mismo. Las pocas neuronas que les quedaban decidieron mudarse a un país lejano para no volver.


El paquete, por supuesto no estaba. Un tal Manolito, que así lo llamaban, pues que había pasado por mi casa en alguna hora de la mañana. Desastre total.


¿Si el día anterior habíamos quedado que me pasaría a recogerlo personalmente, por qué pasas de todo y mandas a tu pobre repartidor a hacer una entrega que seguro no va a poder hacer?


Y no me extraña, porque el hombre seguía con su casco de moto en la cabeza. ¿Que llegas a pensar, realmente a este individuo le llega algo de sangre al cerebro? Porque cada vez que habla, va perdiendo aceite el pobre.  


Encima, iba en plan macho alfa, marcándose que él personalmente se encargaría de entregarme el paquete cuando llegase.  Yo pensaba, dame paciencia porque esto es para escribir una historia de lo más surrealista.  Al final es lo que he acabado haciendo, no he podido evitarlo.


Esperando en esa oficina, viendo como iban llegando todos los repartidores menos el mío, que no se sabía dónde estaba. Estaba desaparecido. Debe ser un trabajo de alto riesgo porque no veas lo que tardó el hombre, que a diferencia de los demás se disculpó por todo lo que había pasado. 


En resumen, que una mala organización y las pocas ganas de hacer la cosas bien, hacen que todo resulte un desastre; pero por suerte con final feliz.


Me lo tomé con paciencia, sentido del humor. Prefiero reírme de la experiencia vivida, que me ha hecho replantearme dedicar mi tiempo a escribir una serie en plan comedia, donde se desarrolle en una oficina de estas de mensajería. Creo que hay temas para escribir una temporada completa.


Solo pensando en el personaje del hombre Casco Moto, no dejan de surgirme unas ideas de lo más variopintas.



Escrito por Sandra Barrachina 


domingo, 11 de marzo de 2018

CRÍTICA ROUGE FANTASTIC LOVE TEATRE APOLO





Rouge Fantastic Love, un musical que explica la misma historia que en el film Moulin Rouge, un film que al igual que esta obra de teatro lo que menos importa es la historia que cuenta, sino  la manera de plasmar musicalmente y visualmente una historia de amor.

Dos escenarios claros, Paris 1900 que suena con música actual ,que por lo menos a mi me descoloca escuchar la versiones en castellano de canciones Híper conocidas y que no acabas de ubicar. Y te das cuenta que el inglés suena maravilloso pero traducido no lo es tanto.

Pese a eso vocalmente, en especial a Gisela  esta a la altura en cada uno de los registros musicales, porque de acting se la ve bien poco porque la mayoría de la obra es cantada, que en ese punto creo que esta demasiada saturada de canciones.

Otro tema son las partes del maestro de ceremonia que lo interpreta Javier Enguix., que consigue hacerte reír en unas cuantas ocasiones, por hacerlo de una manera espontánea y que el público participe en la obra, es decir, que el espectador sea un personaje más de la historia. Sobretodo viendo en una de las canciones su dominio de la lengua de Shakespeare y acompañado de su baile y moviendo de caderas  , que no puedes evitar literalmente parar de reír a carcajadas. 

La puesta en escena de la obra se centra en  un único escenario. El teatro Moulin Rouge y una larga escalinata. Juegan con las proyecciones que le dan un toque diferente.

Imágenes de El viaje a la Luna de Meliés , y fragmentos acorde a la época.
que quedan realmente bien. Una iluminación muy acertada, vestuario muy sencillo pero efectivo. No espectacular pero que pegan con el tono de la obra.
El sonido a veces demasiado saturado de volumen sobretodo al inicio de la obra que luego se fue resolviendo.

La coreografías no puede faltar el Can can  y el baile del tema Roxame. Sorprendernos con  el momento que suena “ The piano man” y una bailarina subida a un piano haciendo lo imposible. Niños no se suban a un piano que puede romperse con una facilidad pasmosa. Que este piano de la obra tiene truco para que no se caiga la bailarina.  Precioso instante y lucimiento de Naím Thomas tocando el piano y dejando sus gorgoritos que los disfrute la audiencia.

A parte de escuchar temas de Charles Aznavour, Irene Cara, Tina Turner, Rianna,The Supreme, Mariah Carey, Kiss, The Beatles,Sting, Charles Tener

Nunca olvidare ese momento popurri para conquistar a la chica, que si querían darle un toque parodia  y demasiado edulcorado, que hasta un diabético acabaría fulminado en el acto con tanto azúcar añadido, lo han conseguido.  Sin duda el momento Titanic pasará a la historia como uno de lo que mi cuerpo acabo literalmente por los suelos, riendo sin poder parar. Y no solo era yo sino toda la sala.

En definitiva una obra entretenida y  que tiene muy buenos momentos. La traducción de la canciones hacen que no disfrutes del todo ,pero a pesar de eso es muy dísfrutable y recomendable

Escrito por  ©Sandra Barrachina